La quiebra de AVICU y la Caja B (parte I): los héroes de Cospedal

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«Sois los héroes de Castilla-La Mancha«. Así se refería Maria Dolores de Cospedal, entonces presidenta de la Junta de Castilla-La Mancha en el año 2013 a dos conocidos empresarios, accionistas de AVICU, cuando les entregaba el premio de la patronal regional en presencia del presidente de la CEOE Juan Rosell.

Para las personas que viven en Guadalajara (quien no lo sepa, a apenas 56 km de Madrid), la marca AVICU llegó a ser una identidad corporativa asociada directamente a la provincia. Como lo han sido la miel de abeja o alguno de sus parques naturales.

AVICU era una planta procesadora de pollos creada el 26 de noviembre de 1979, que en el año 2008 presentó un concurso de acreedores que permitió el despido casi libre de al menos 323 empleados censados en 2006. La quiebra se produce tras un aumento de la rentabilidad EBIT del 155% entre 2005 y 2006 y un aumento de las ventas del 5,52% en 2007. Sería un caso de estudio en una escuela de criminología como delito de insolvencia punible, pero aquí no ha pasado nada, y vamos a ver las razones.

Este reportaje, que lo desglosaremos en varias entregas, no es un Guadaleaks. Tampoco es el producto de una masiva filtración de datos. Paradójicamente, esta investigación se ha realizado sobre fuentes abiertas, de acceso público y que correctamente cruzadas nos han dado un resultado que permite dilucidar hasta dónde alcanza en esta ciudad la corrupción.

En marzo de este año, el sobrino del fundador del Partido Popular Manuel Fraga, el ex senador por Guadalajara Luís Fraga Egusquiaguirre, reconoció en el juicio de la trama Gürtel diferentes pagos en metálico a la llamada Caja B del Partido Popular en esta provincia, esto es, un mecanismo de financiación ilegal del partido. No hay noticias de que el PP haya actuado por estas declaraciones.

Analizadas las palabras de Fraga y trasladándolas a nuestro trabajo, ha llamado la atención de esta investigación la participación en el caso AVICU de un apoderado general de las empresas del grupo de Saboya, Jesús Regidor Aguado, candidato a alcalde por el PP en un pequeño municipio de Guadalajara. Y es que en las próximas entregas veremos cómo la trazabilidad de determinadas operaciones mercantiles de sociedades de este holding nos lleva de alguna manera al partido conservador.

¿Quiénes son los héroes de Cospedal?

José Plaza Escarpa y Manuel Domínguez Alonso fueron los elegidos por la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha en 2013 como empresarios modelo, en calidad de accionistas de una empresa de la competencia de AVICU, donde se destacó su trayectoria… obviando que estos también eran en su día accionistas de AVICU. “Son auténticos héroes y tenemos que ofrecerles nuestro reconocimiento”, enfatizaba Cospedal.

Con el respaldo de estos accionistas, AVICU ingresó en 2008 con diferentes e inexplicables deudas y acreedores. Según el Registro Mercantil, la entidad Cajamar había concedido préstamos personales por valor de 279.236,69 euros, que en 2012 fueron considerados fallidos. Asimismo, su contabilidad refleja numerosas deudas creadas con empresas del mismo grupo.

La concurrencia de todos estos indicios no supuso actuación judicial de envergadura penal. Ejemplo de ello es que Jesús María Saboya aportó al concurso de acreedores un aval parcial de una misteriosa empresa de servicios financieros radicada en Reino Unido llamada Crown Financial Merchant Bank PLC, que la juez de primera instancia de Guadalajara Ángela Sanz Rubio decía de ella en una resolución «Crown Financial no es un banco, ni ha sido dada de alta en el Registro de Entidades Financieras, además su sede central y de actividad comercial en Londres es un apartado de correos, no habiendo presentado ninguna de las numerosas compañías asociadas estados contables a excepción de aquellos relativos a empresas sin actividad. Además los últimos estados financieros presentados a 31 de Mayo de 2011, después de la aprobación del convenio, muestran un único activo de 55.000 libras esterlinas, siendo el aval a primer requerimiento de 15 millones de euros, siendo ésta la suscripción de las acciones iniciales«. Lo que viene a decir que el aval era completamente falso.

Sin embargo, Jesús Saboya falleció en septiembre de 2014, y ello no fue óbice para que la entonces presidenta Cospedal le dedicara unas elogiosas palabras: «Su carrera como empresario deja un importante legado vinculado estrechamente a nuestra región que siempre permanecerá entre nosotros como ejemplo del trabajo bien hecho«. En las próximas entregas iremos desgranando los motivos de tanto elogio.

 

Diego Herchhoren